Bienvenidos

Lector apacible y bucólico, sobrio e inocente hombre de bien, arroja este libro saturniano, orgiástico y melacólico. Sino has estudiado tu retórica con Satán, el astuto decano, ¡arrójalo!. no comprenderás nada de él o me creeras histérico. Pero si, sin dejarte hechizar, tu pupila sabe sumergirse en los abismos, léeme para aprender a amarme; alma curiosa que sufres y andas en busca de tu paraíso ¡compadéceme! sino ¡yo te maldigo!

-Charles Baudelaire-

domingo, 18 de noviembre de 2007

pensamientos sueltos

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Estoy muriendo lentamente
en un vacío inombrable
provocado por no tenerte
y solo desear acariciarte.
Las lágrimas se han secado
por tanto llorar en soledad;
caían ligeramente preguntando
si el amor muere con la edad

Es imposible dejar de pensarte, de recordar tus besos y mirar cómo tus ojos se iluminan al ver los míos. 
Es imposible dejar de escuchar tu voz inocente cantando sin darse cuenta que estoy a tu lado admirando lo que te apasiona.
La sensibilidad de tu cuerpo, la sonrisa siempre en tus labios, tus manos inquietas y temerosas suavemente tomando las mías. 
Si dos amados se sienten plenos estando entre ellos no debería existir poder en el mundo que fuera capaz de separarlos.
Por desgracia, eso ya no es relevante para muchos en la actualidad, y uno tiene que aguantar con crueldad como las lágrimas no dejan de brotar.
Miles de pensamientos acuden; ¿será que en realidad estamos mal?. ¿cuánto tiempo me esperarás?, ¿qué hemos hecho incorrectamente?, ¿por qué prefiero estar muerta que seguir aparentando que puedo soportar?

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