martes, 26 de febrero de 2008
Soy Don Quijote de la Mancha
Insano es pensar en alguien que ya no está ahí para ti,
creer ciegamente que lo que fue sigue siendo,
enfermo es de pronto sentir su olor en tu piel,
ese olor tan característico de cigarro, shampoo y perfume.
Mis pensamientos vuelan en disntintas direcciones
pero siempre llegan incansablemente a ti,
como si todas las experiencias tuvieran una mística relación contigo,
que no dejan crear otras ideas.
Irracional es esperarte sentado como si el tiempo no pasará,
necesitarte como alma en pena que busca la muerte,
seguirte escribiendo creyendo que me oyes,
que me sientes, que me percibes, que tan siquiera me lees.
Y, al final, como todas mis prosas,
nuestra situación no ha llegado a nada,
ha quedado inconclusa por la sinrazón o locura,
que me crea delirios inexpicables.
Solo he deambulado por mi existir
en un escenario gris e indiferente,
solo llegaré al final del largo recorrido
pero con tu imagen cargando en mi costado.
Antes del que telón se cierre ante esta tragedia,
me dedicaba a decir el último diálogo...
es momento que el actor de esta historia
diga adiós a su amada Dulcinea
(la mujer que nunca tuvo pero siempre amó)
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1 comentario:
Muy depresivo, me entristese leer esto...pero, pero, tal vez pienso demasiado?
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